SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO - PATRONO DE LOS ABOGADOS.
Obispo, Doctor de la Iglesia por sus escritos sobre la moral. Fue fundador de la Congregación del Santísimo Redentor (los Redentoristas).
(1696-1787). Nació el 27 de setiembre de 1696, en Marianella, Italia, y fue el primero de ocho hermanos.
Doctor en Derecho Civil y Canónico de la Universidad de Nápoles. Hijo de don José de Liguori y doña Ana Cavalieri.
Cuenta la historia que en su profesión de abogado no perdió un solo pleito en 8 años, hasta que un día, después de su brillante defensa, en un juicio importante entre los Duques de Orsini y de Toscana, un documento demostró que él habia apoyado (aunque sin saberlo), lo que era falso. Eso cambió su vida radicalmente y abandonó la profesión; no como una fuga del mundo, sino como una toma de conciencia en profundidad.
Fundó la Orden de los Redentoristas (1723) y se ordenó sacerdote (1726).
Falleció en la ciudad de Pagami (Italia), el 1 de agosto de 1787, a los 91 años. Beatificado por PAPA PIO VII y canonizado por el PAPA PIO VIII.
San Alfonso María Empezó a estudiar jurisprudencia y a los 16 años recién cumplidos, por privilegio especial, pudo presentar en la Universidad de Nápoles el examen de doctorado en derecho civil y canónico.
Código para abogados
San Alfonso escribió unas normas para los abogados:
- No aceptar nunca causas injustas, dado que son peligrosas para la conciencia y la dignidad propias.
- No defender causa alguna con medios ilícitos.
- No cargar sobre el cliente expensas inútiles; de lo contrario, deberás reembolsarle.
- Defiende la causa de tu cliente con el mismo calor que si lo fuera tuya propia.
- No es digno de elogio el abogado que se empeña en la defensa de causas superiores a su talento, a sus fuerzas y al tiempo de que dispone.
- Ha de tener siempre muy presentes el abogado la justicia y la honradez y guardarlas como la pupila de los ojos.
- El abogado que por su propio descuido pierde la causa, queda en deuda con su cliente y debe resarcirle todos los daños que le ha ocasionado.
-En su informe debe ser veraz, sincero y razonador.
Fue canonizado en 1839.